Carta a mi angel: Y ahí fue cuando exploté

Escrito el 26 de mayo de 2018

Creo que debo empezar este escrito diciendo que lo siento, lo siento porque últimamente te he alejado de la nada, lo siento por rechazar todas las veces que me decías para vernos, lo siento por no decir nada y solo dejarte a un lado sin darte una explicación

Y sí, tenías razón, sí estaba rara contigo porque tenía algo contra ti. Pero solo hasta ahorita pude descubrir el por qué. Créeme cuando te digo que antes no lo sabía.


Una vez más, me desperté triste, decaída, sin ganas de nada, sin querer hablar con nadie, sin querer salir de mi cuarto, sin querer pararme de mi cama; solo ver series y quedarme dormida para así no tener que pensar en porqué me desperté deprimida, y como dicen por ahí, no meter el dedo en la herida ni darle mente a los malos pensamientos, solo irme a otro mundo y alejarme de la realidad que era enfrentar lo que estaba sintiendo.

Todo iba bien, y cuando digo que todo iba bien, me refiero a que estaba perfectamente evitando mis problemas, mis demonios mentales, me sentía triste y sola, pero igual no quería pensar en más nada.

Entonces hiciste que alguien me llamara para hacer un plan contigo, porque sabías que ya venía rechazándote a todos los planes a los que me invitabas, y pusiste a alguien más a que me invitará, y si te digo la verdad, quería decir que no, quería quedarme sola porque no estoy en el mood de ver gente y contagiarlos con esta mala energía. Y solo dije que sí, porque me voy en dos días, y la verdad es sabemos que no sabemos que pase en estas vacaciones, y no es seguro que nos veamos, y ni sabemos cuándo nos volveremos a ver. Dije que sí, porque cuando no estés voy a extrañar esos planes.

Y ahí fue cuando exploté…

Exploté, porque me di cuenta de todo.

Y es que ya me acostumbre a estar todos los fines de semana contigo, ya me acostumbre a cuando estoy mal, tú eres la que me calma, la que me rescata, ya me acostumbre a que seas a la que siempre llamo cuando estoy mal, cuando estoy rota, cuando estoy quebrada, cuando no quiero ver a nadie, solo quiero estar contigo, que me entiendas y sepas exactamente como me siento, que no me juzgues con nada, y al contrario, siempre me des razones para seguir y volver a estabilizarme.

Eres esa persona que me devuelve a mi camino cuando me estoy perdiendo, eres mi persona, eres mi consciencia, ERES MI ANGEL, lo eres todo para mí, para mi vida y para mi ser, y sí, claramente tengo una fuerte dependencia de ti, porque has hecho y dicho cosas que nadie nunca me había dicho en toda mi vida. Una vez me dijiste que tenerme en tu vida era como tener una luz, y la verdad, tú eres esa persona que hace que no deje de brillar nunca, tú eres mi luz, la que me da vida.

Y por eso lo entendí, amiga, ¿Qué voy a hacer con mi vida cuando no estés? No sé vivir sin ti, la vida era demasiado difícil para mí antes de conocerte, y por ti me recuperé demasiado rápido, y es por eso que te aleje sin querer, porque te vas, y tengo que volver acostumbrarme a no correr hacia ti cuando estoy mal, porque seguirán habiendo días malos, y tengo que saber manejarlos cuando no pueda ir a escapar a tu casa o cuando vienes a sacarme de mi encierro.

¿Quién me va a dar chocolates y abrazos cuando otro hombre lastime una vez más mi corazón? ¿Quién me va a recordar que no vale la pena que este así, que puedo llorar un ratico, pero no puedo dejar que eso me quite mi paz y tranquilidad? ¿Quién va a notar que estoy triste cuando nadie más se da cuenta y hace que me desahogue antes de que yo exploté? ¿Quién me va a calmar en mis momentos de crisis y decirme las palabras exactas para calmarme? ¿Quién me a acompañar a todos mis planes, y quién me va a sacar todo el tiempo de mi casa? ¿Quién va a seguir todas mis ideas locas, y seguiré todas sus locuras, porque es mejor ser dos locas juntas?

Y no me queda más nada que decir que GRACIAS. Gracias por ayudarme a ser mejor persona y gracias por siempre estar ahí para mí. Gracias por contestar siempre que lo necesito, gracias por correr a donde estoy, gracias por acostarte a mi lado cuando todavía no me quiero levantar, gracias por darme razones para levantarme y seguir, gracias por darme vida, paz, tranquilidad y felicidad. Gracias por abrirme las puertas de tu casa y que todos me vean como parte de su familia. Gracias a pipi, gracias a Gaby, y gracias al ratón. Se convirtieron en mi familia. Y los llevo en mi corazón. Esto no es una despidida, espero que la distancia no afecte nuestra amistad, porque sin duda, no sabría cómo vivir sin ti. Te amo infinito. Sabes que siempre estaré aquí para ti, no importa hora ni lugar, mi mundo se va a detener si eres tu quien llama. Te amo te amo te amoooo mi angelito