Quizá no es el momento
¿Te
acuerdas de aquel día?
Ese día en
ese salón social
Dos
desconocidos que coincidían en un mismo lugar por alguien nuevo en ambas vidas
En esas
cuatro paredes, bailando, conociéndonos, hablando...
Jamás me
hubiese imaginado terminar así
Pero... ¿Sabes?
Si pudiera
devolver el tiempo,
Si pudiera
volver a ese momento
No
cambiaría ese instante, ese segundo, ese momento, donde nuestras vidas se
unieron.
Todo empezó
con otra intención,
Ni tú ni yo
esperamos que nuestros corazones cambiaran de rumbo
Quizá hasta
yo no me creí que el tuyo empezara a quererme a mi después de la primera
intención, pensaba que todo eso era molestando. Que era porque ese otro barco
nunca pudo andar.
Empezaron
los cariños, los mensajitos, el coqueteo, las dedicaciones. “¿Pero esto es en
serio?” Era lo único que pensaba. “Yo solo lo veo como un amigo. Esto no puede
ser real.” Al final nunca lo creí y seguimos solo con la amistad. Y ahí. En ese
mismo instante, las intenciones de mi corazón cambiaron.
Nos
guardamos el sentimiento. Nos lo tragamos. Lo escondimos. Lo enterramos.
Seguimos normal con nuestras vidas, con nuestros amores. Nos teníamos y eso era
lo que importaba. O eso era lo que creíamos.
Hubo mil
batallas, ahí estábamos, yo solo me devolvía al comienzo de todo. “¿Qué hubiese
pasado si...” que hubiese pasado si le hubiese prestado atención desde el
comienzo? ¿Hubiese funcionado? ¿Se hubiese acabado todo? ¿Ya ni sabríamos del
otro? O por el contrario, ¿Seguiríamos felices y enamorados? Y aquí viene la
primera excusa, la primera vez que la usamos y nos refugiamos en ella, o pues
yo, “quizá no era el momento”
Quizá no
era el momento.
Quizá no
era el momento.
No sabía
cuánto me iban a pesar esas palabras
No sabía
cuánto las iba a odiar
Pasaron
muchos años. Seguíamos ahí. El sentimiento, sin duda alguna, seguía ahí. Se
presentó la oportunidad. Volviste a querer “conquistar” mi corazón, sin saber
que ese ya te pertenecía. Solo bastaron dos tragos y una luna para que por fin
ambos aceptáramos lo que sentíamos por el otro. Shock total. Simplemente no
podía creer nada. Otra vez. “¿Cómo así que, así como yo él también estuvo
esperando esto? ¿Cómo así que sus sentimientos por mí nunca cambiaron desde ese
momento? ¿Cómo así que queríamos algo más con el otro desde tanto tiempo y solo
no éramos capaz de decírnoslo?”
Y qué
casualidad. Otra vez yo no me creía ese amor, sentía que otra vez era por un
barco que se estaba ahogando y quería saltar a otro de una, sin darse tiempo,
sin poner punto final realmente, y estar conmigo de verdad. Otra vez, me llene
de dudas, de miedos, me invadió el qué dirán, mi pasado y mi mala experiencia
de perder a un amigo por amor. Me dio miedo. De perderlo. Pero igual lo quería
para mí. Pero para mí cuando fuera real y 100% para mí. Otra vez pensé “no es
el momento”
No es el
momento
No es el
momento
Solo dije “no
es el momento”, no que no quería estar contigo. Creo que la parte que viene,
solo y tú y yo sabemos lo caótica que fue para ambos.
“Y ahora sí que entiendo lo que es amar a
alguien, porque sé que nunca te podré tener y aún así te amo y te deseo lo
mejor”
Fue la
primera vez que lo dije, aunque en realidad ese amor lo sentía desde antes.
Saliste corriendo para que nos viéramos, y entonces tú me lo dijiste de frente,
a los ojos, con ese sentimiento que solo tú y yo entendemos y sentimos.
Pasaron mil
cosas más, aunque no nos pertenecíamos, nos amábamos como si sí fuera así,
nuestros corazones pedían una cosa, pero
“No era el
momento”
Al final,
creíamos que había llegado el momento, creo que fue el peor momento para ser el
momento que creíamos que era el mejor, y no digo que fuera el peor por cosas
malas, porque en verdad, yo viví en mi cielo, en mi sueño, mientras que tú,
tenías mil cosas internas por resolver.
Nos
alejábamos, y no era más nada si no vernos para que el corazón se volviera a
acelerar. Nos alejábamos, volvíamos a lo mismo, seguían las cosas igual, nos
alejábamos y vuelve y juega. Así por un largo tiempo
Un largo
tiempo en el que en cada intento de que en “ese momento” si funcionaran las
cosas, un largo tiempo en el que en cada intento mi corazón luchaba y luchaba
por ese amor en el que con paciencia y espera podía llegar a ser algo realmente
bueno para los dos. Pero cada vez era yo la que luchaba más. Todavía tenías
muchas cosas por resolver, y quizá yo esta vez ya no cabía en esa ecuación de
tu vida
“Sigo pensando que quizá no
es el momento, estamos en destiempos” me dijiste
Quizá no es
el momento
Quizá no es
el momento
Quizá sí,
quizá no, quizá nunca lo fue, o quizá siempre lo fue y no lo supimos ver, la
verdad es que no hay frase que odie más que esas cinco palabras juntas.
En fin.
Aquí estoy, haciéndote quizá el último escrito, y aunque en realidad todavía no
sé cómo ponerle punto final a esta historia, y quisiera decir que ya estoy bien
y ya te deje atrás, pues quizá todavía no es el momento, pero mi corazón esta
vez sí está luchando para poder soltar, no este amor que te tengo, si no la
ilusión y la esperanza de que ese momento llegue, porque ya mi corazón no va
más, porque ya está cansado de luchar y de intentarlo. No sé por qué, pero de
igual forma te quiero seguir teniendo en mi vida, como aquella vez que dije que
no porque no te quería perder, solo que ahora necesito yo resolver mis cosas
primero para poder llegar a eso, no siendo más
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